Nuestros post semanales siempre tienen una temática centrada en los más pequeños, pero hemos querido hacer un “ guiño” a los hermanos de nuestros pequeños y a los que en breve nos dejarán para comenzar su periodo escolar y os queremos contar un secreto a todos para que haya éxito en los estudios, el secreto es: Ríe, duerme y juega.
Las últimas investigaciones centradas en “cómo funciona nuestro cerebro” arrojan muchas “sorpresas” sobre verdades que hasta hace poco eran incuestionables. A lo largo de su vida académica, cualquier estudiante ha sufrido inseguridad o frustración durante el periodo de exámenes, o tras obtener unos resultados por debajo de las expectativas. Y lo cierto es que estas malas experiencias podrían evitarse si tuviéramos un mejor conocimiento de nuestro cerebro. Esto y otras teorías tan innovadoras que ya usamos en Los Peques es lo que realmente se plantea desde los estudios sobre neuroeducación, una disciplina que aplicamos en la educación de los más pequeños en nuestro centro, porque estamos seguros de lo beneficioso de la misma.
No es la primera vez que hablamos de NEUROEDUCACIÓN; pensamos que sabiendo cómo funciona nuestro cerebro podemos aprender a diseñar y repensar como educamos.
Lo primero que os queremos explicar es que entender nuestras emociones, significa que aquello que se estudia, tendrá un efecto más duradero y sólido. La inteligencia emocional proporciona autoconocimiento, autogestión de las emociones, autorregulación de las motivaciones y capacidades para manejar el estrés y la ansiedad. Todo ello facilita afrontar cualquier tarea en estado óptimo y, por lo tanto, minimiza las opciones de fracasar.
En esa línea os vamos a contar algunos aspectos que aunque vuestros pequeños ya trabajan en Los peques no podéis olvidar potenciar en el futuro:
1.Alimenta su creatividad. Las actividades artísticas favorecen la memoria a largo plazo. y además estas actividades ayudan a reducir los problemas emocionales y a potenciar las habilidades sociales, tales como la comunicación, la cooperación y la resolución de conflictos. Algo que desde luego en estos momentos dónde en la prensa aparecen casos de “bullying”sin cesar puede preparar a nuestros pequeños a detectarlos, evitarlos y solidarizarse con el que los está sufriendo.En relación a esto Igualmente el profesor Elliot Eisner en su libro “El arte y la creación de la mente” pone de manifiesto que el fomento de la creatividad ayuda al desarrollo del pensamiento divergente, con el que se pueden analizar los problemas desde diferentes perspectivas y encontrarles soluciones diversas. Y a lo anterior hay que sumar algo que es especialmente importante cuando nos referimos a la educación y es que a través de acciones creativas, los alumnos se divierten mientras aprenden a realizar tareas que están deseosos de mejorar, lo que les ayuda a entrenar su autocontrol.
2.Haz ejercicio con tus hijos y enséñalos a que sea parte de su rutina diaria. Les servirá para el resto de sus vidas. La revista americana PNAS publicó que “el ejercicio aeróbico mejora la memoria espacial y aumenta los niveles de BDNF, una proteína decisiva por tres motivos: ayuda a fortalecer las conexiones neuronales clave en el aprendizaje; impulsa la formación de nuevas neuronas en el hipocampo (facilitando procesos cognitivos y la formación de las memorias); y aumenta el flujo de sangre en las neuronas, otorgándoles más nutrientes que mejoran su funcionamiento”.
Pero además es que la actividad, el movimiento tiene mucho que ver con APRENDER, si te quedas quieto o sentado… ¿qué vas a a ver?. Estar sentado o quieto poco tiene que ver con el aprendizaje”, concluye esta pedagoga y escritora.Toda esta estimulación, que recordamos es importante, hay que alternarla con momentos de descanso, para regenerar el cerebro no olvidemos y no dejemos que ellos lo olviden que el sueño forma parte del aprendizaje.
Y ríanse y hagan que sus hijos se rían, no sólo por lo que es evidente sino porque la risa reduce el estrés a corto plazo y tiene efectos indirectos en el sistema inmunológico lo que ayuda a prevenir posibles problemas de salud.
3. Juega toda tu vida el hombre es un “homo ludens” y haz que tus hijos jueguen. Estas actividades están ligadas a cualidades básicas del desarrollo: intelectual, psicomotora, afectivo-emocional y social. El juego es una forma de aprendizaje en el que confluyen emociones, placer y recompensa. ¿Imagina alguien alguna forma mejor de aprender que con estas emociones?. Todo lo anterior les va a ayudar al desarrollo de la creatividad, del pensamiento matemático y del lenguaje.
Para acabar vamos a acabar con una falacia que muchas generaciones hemos escuchado en las aulas y, lo que es peor, en nuestras casas. La letra con sangre no entra porque sin emoción no hay razón