Esta semana hemos querido centrarnos en una consulta que hemos tenido por parte de unos padres y ya hemos aprovechado para compartir esta duda con todos vosotros y es que están preocupados porque tienen una “niña que pega” a todo el mundo- A sus hermanos, amigos e incluso hasta a ellos.

Violencia infantil

Hay que dejar claro algo: ESTO ES NORMAL. Las conductas agresivas en los primeros años de vida no son extrañas entre los niños. Lo que no quiere decir que seamos permisivos con ellas, obedecen a tres factores principalmente:

  • Su falta de conocimiento de cómo resolver conflictos de forma adecuada,
  • Su alto nivel de egocentrismo
  • Y finalmente, su baja tolerancia a la frustración.

La edad máxima en este tipo de conductas son los dos años ya que el pequeño entra en una etapa de conocimiento de sí mismo en la que quiere hacer valer su voluntad a toda costa. En muchas ocasiones, como les ocurre a los padres de los que hemos hablado al principio, la agresividad puede estar dirigida también hacia los padres, especialmente si está acostumbrado a salirse con la suya. A medida que el niño crece, las agresiones físicas suelen disminuir, pero aumentan las verbales.

Tanto unas como otras deben ser atajadas de raíz.¡

En todo lo que concierne a la educación de nuestros hijos o de los más pequeños, siempre debemos hacernos una pregunta:

¿Por qué se comporta así?

Pueden haber varias razones por la cuales un un niño puede mostrarse violento con sus padres y otras personas pero el más común es porque LO TOLERAMOS.

Todos hemos vivido en tercera persona o las hemos sufrido personalmente la situación que describimos posteriormente, o alguna muy parecida.

“Niño de dos años que está en plena fase de terquedad y siempre quiere que se haga su voluntad. En un momento de impotencia, cuando no consigue lo que quiere, estampa un juguete contra el suelo lanza una patada a su padre, si considera que ella es el motivo de su malestar”.

Si en ese momento el niño opta por la patada y no reaccionamos o lo hacemos de forma poco eficaz, tenue y sin hacerle ver que “ese no es el camino”; acabamos de dar el primer paso para que ese “pequeño dictador” se convierta en breve en un “gran dictador” esta fea costumbre se irá asentando en él como una manera de descargarse cuando esté enfadado.

Los intentos de agresión deben ser, en primer lugar, interrumpidos antes de que sucedan, y en segundo lugar, castigados, bien con unos minutos en la silla de pensar, bien con la pérdida de algún privilegio.

Educar-a-ninos-con-comportamiento-agresivo-1

Otra forma de aprender comportamientos agresivos es la imitación. Si en casa el pequeño está acostumbrado a llevarse cachetes o azotes cuando sus padres le regañan, no podemos extrañarnos que le parezcan un medio adecuado cuando es él quien se enfada.

Las conductas violentas en el hogar, aunque no sean físicas, pueden inducir también a la agresividad del niño: peleas continuas, gritos, insultos o descalificaciones.

Hay que prestar atención a lo que hacemos en casa, a cómo nos comportamos porque, aunque nos parezca que el niño no nos escucha o no nos atiende. Lo hace-

Somos responsables de su educación y TODO lo que hacemos tienen reflejo en como lo educamos así que; tengamos mucho cuidado con el “material sensible que tratamos”.