¿Cuándo dejo de dar el biberón a mi niño? una de las grandes preguntas que se repiten en nuestro centro desde hace 25 años; los años que llevamos trabajando con los más pequeños. No hay ningún año que no nos planteen unos padres esta pregunta.
Nos gustaría daros una buena noticia y una mala. ¿Cuál la primera?; bueno la mala es que: “que casi todas las conductas de los niños son aprendidas”, ¿y la buena? es que: “se apoyan en el ejemplo que les damos”. Aunque habría mucho análisis acerca de cual es la buena y la mala si que que queremos que comprendáis que con una mala actitud por parte de educadores, padres y familiares cercanos, que puede parecer aparentemente inofensiva y repetida con regularidad puede llevar al niño a ser incapaz de abandonar un hábito.
Lo primero que tenemos que saber atendiendo a lo anterior es que para lograr que tu hijo se desprenda del biberón no es sólo tarea del niño; tú también tienes mucho que ver.
¿Por qué conviene que los niños dejen el biberón antes de los tres años?
Hay mucho motivos, psicológicos, desarrollo e incluso sanitarios. Si tu hijo es el único de la clase que lleva su biberón a todas partes, pueden sentirse desplazado. Por otra parte para un correcto y adecuado desarrollo del niño, éste no debe tener miedo a crecer y hacerse más independiente. El niño debe sentir que es mayor, que ya no es un bebé y esto sólo lo consigues tú con tu firma de tratarlo.
Finalmente la salud: aunque las tetinas han mejorado considerablemente. Un biberón continuamente en la boca puede deformar el paladar y dificultar el habla. Por otra parte pueden ocasionar problemas de caries que no serán graves pero el azúcar que contienen algunos alimentos, como los zumos, se queda en la tetina y está en continuo contacto con los dientes.
Una cuestión muy importante incluso antes de eliminar este “apego” es que el biberón se debe utilizar sólo para beber. Esto que parece una “perogrullada” no lo es y en ocasiones se le ofrece cada vez que llora o se enfada. El biberón forma parte de la vida del niño como instrumento para su comodidad hasta que es capaz de beber en vaso. Es curioso que los padres se preocupen porque su hijo deje el chupete, lo que consideran un ejemplo de madurez del niño, pero permiten que usen biberón mucho tiempo. Un niño con 3 ó 4 años puede y debe saber beber de un vaso.
No es una tarea sencilla, pero SORPRESA¡ la vida no es fácil, al principio, lo inclinan demasiado de prisa, se atragantan, les da la tos y se mojan la ropa.
Algunas sugerencias para ir preparando el paso del biberón al vaso son:
- empieza por darle un vaso con boquilla, así no podrá tirarse el agua encima;
- después puedes pasar a un vaso con asas, que le resultará mucho más fácil de sujetar.
- Y, cuando ya sepa beber en vaso, olvídate para siempre del biberón.
Esto no quiere decir que lo hagas desaparecer de un día para otro sin dar ninguna explicación a tu hijo para que le resulte más fácil desprenderse de él, puedes decirle que vais a cambiar su viejo biberón de cuando era pequeño por un “vaso de mayor” y regálale uno bonito o ve con él a comprarlo. Y lo más importante FELICÍTALO por esos logros.