Escuchamos lo de “ser verde”en todas partes pero la mayoría de nosotros estos conceptos nos pillan muy lejanos, queremos que a nuestros peques “les suene” y mucho, porque es algo que va a ser clave en los momentos que les van a tocar vivir, eso del “green side of life“.
Como habréis adivinado, hoy vamos a hablar de Ecología y Niños; una mezcla que nos parece básica en la educación de los más pequeños. Y la primera pregunta que os queremos hacer es si ¿Sabéis que es la Ecología?. Podemos encontrar muchas definiciones, pero nos quedamos con esta que a continuación os proponemos: es la parte de la biología que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio en el que viven. Y lo que pretendemos con esta iniciativa que ahora os vamos a contar es que nuestros pequeños conozca, entiendan y aprendan a disfrutar, cuidar y respetar el medio en el que viven. Están en una edad perfecta para promover en ellos una cultura ecológica, que permita la construcción de un mejor planeta y sociedad que esperemos sea diferente a la que en estos momentos tenemos.
Para conseguir este objetivo, la mejor forma es planificar actividades con el objetivo de enseñarlos a amar el medio ambiente, facilitar su contacto con el campo, playa, montañas, ríos, y todo lo que engloba la naturaleza, y darles la posibilidad de observar, preguntar, y expresar sus ideas en cuanto al tema.
Para todo esto estamos preparando un huerto ecológico en el que todos ellos podrán cultivar, ver crecer verduras y frutas y disfrutar de una experiencia orientada y diseñada por el equipo pedagógico de Los Peques para transformar actitudes, sus conductas y comportamientos. Queremos que Los Peques colaboren en pequeñas tareas de mantenimiento, por ejemplo, regar o plantar. Van a aprender sobre la naturaleza a la vez que despertamos su imaginación porque es un proceso muy dinámico. Cada cosa que pasa da lugar a una pregunta, a una nueva experiencia. Una de las cosas que queremos que aprendan es que todos los seres vivos tienen un papel. Por ejemplo, si a la planta que tenemos en el balcón le sale un pulgón nos molesta, pero podemos enseñarles que la naturaleza es un ecosistema, detrás del pulgón hay una mariquita que se alimenta de él y los dos tienen derecho a vivir.
Por otra parte asumen responsabilidades. Ver cómo crecen las plantas que ellos mismos han cultivado les hará sentirse orgullosos de sí mismos, les enseñará que, con paciencia y dedicación, se obtienen muy buenos resultados y, también, que algunas veces las cosas no salen como planeamos. Y finalmente van a aprender a identificar que aquello que cultivan es lo que después comen. Las frutas y las verduras son de los alimentos más rechazados por los niños pero, ¿quién se resiste a comerse una ensalada con una lechuga plantada por ellos mismos?
La educación en este ámbito es un proceso dinámico y participativo y lo que buscamos es despertar entre nuestros niños una conciencia que le permita identificarse con el medio donde viven.
Todos nosotros educadores y padres tenemos la obligación tanto en la escuela como en casa de educar en valores que haga posible que algún día construyan un mundo mejor mas solidarios y corresponsable y eso sólo se consigue haciéndolos partícipes desde muy pequeños.