Cocinar con los más pequeños de la casa es un verdadero placer, estos días dónde disponemos de más tiempo del que es habitual es un gran momento para hacerlo todos en familia.
Seleccionar una receta, reunir los ingredientes y todo el material que van a necesitar, es algo que puede cambiar la concepción de los niños acerca de los alimentos y de la comida. Nos quejamos a veces de que nuestros niños no comen, pero al igual que en el La Lectura de los Peques, hay que fomentar el amor por la cocina y los alimentos.
Para los niños, cocinar también es jugar, aprender, y una forma de educar. Además vamos a educarlos en valores básicos como responsabilidad y colaborar en las tareas de casa.
Es importante concienciar a los niños en las claves de la buena alimentación, así como en la necesidad de no desperdiciar la comida. Una manera de introducir a los niños en el consumo de pescado es con el papillote, una técnica en la que el alimento se envuelve en papel de aluminio y se asa al horno. Los niños pueden elegir cuáles son sus ingredientes preferidos y así enseñar a su paladar a reconocer diferentes sabores.
Los hijos también pueden ser, en una tierra como la que vivimos, quiénes limpien los boquerones o los chipirones, pues solo necesitan sus manos y un buen chorro de agua. Con los pescados, también pueden ser ellos quienes los rebocen y preparen su sabroso adobo. También son capaces de limpiar gambas y langostinos que luego se cocinan al ajillo o se hierven para una ensaladilla rusa.
¿Por qué no que también preparen ellos la mayonesa? Así verán que de manera natural, también se puede preparar en casa. Podemos trabajar con ellos la carne picada, con la que disfrutarán de lo lindo porque tendrán la posibilidad de guarrearse hasta los codos. Ajo, sal, pimienta, perejil… que ayuden ellos a elegir el aliño de la carne y luego formen sus propias albóndigas y hamburguesas para toda la familia. El mismo juego se puede hacer con las croquetas, donde los pequeños pueden tomar la masa como si se tratara de plastilina. Su papel será rebozarlas en harina, huevo y pan rallado.
Decorar la comida y darle formas divertidas se convertirá en toda una aventura, que también mejorará su destreza manual, ¿quién sabe quizás estemos cocinando junto a la próxima Carme Ruscalleda o el próximo Dani García?