La primera pregunta que queremos responder sobre la neuroestimulación infantil es la que nos hicimos antes de comenzar a aplicar el Método Tomatis en Los Peques y queremos que todos nuestros padres y lectores del blog entiendan porque lo hacemos.
¿Por qué esta experiencia?
Fomentando la estimulación sensorial pretendemos proporcionar a los niños y niñas en sus primeros años de vida las herramientas para que desarrollen sus potencialidades a través de una serie de situaciones sensoriales que les permitan interactuar con el medio, facilitando el aprendizaje. La importancia de la estimulación temprana es tal que se considera un requisito básico para el óptimo desarrollo del cerebro del niño, ya que potencia sus funciones cerebrales en todos los aspectos (cognitivo, lingüístico, motor y social).
Nuestro cerebro requiere información que le ayude a desarrollarse. Su crecimiento depende de la cantidad, tipo y calidad de estímulos que recibe; las capacidades no se adquieren sólo con el paso del tiempo.
En Los Peques pensamos que nuestros pequeños precisan recibir estos estímulos a diario, desde el momento de su nacimiento. Si recibe estímulos pobres, de una forma irregular o en cantidad insuficiente, el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades al ritmo y con la calidad que cabría esperar. Por otro lado, una estimulación temprana, abundante, periódica y de buena calidad nos garantiza un ritmo adecuado en el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales.
La estimulación temprana de los niños es más eficaz porque su cerebro tiene mayor plasticidad; esto hace que se establezcan conexiones entre las neuronas con más facilidad, rapidez y eficacia. Y por esto las deficiencias o falta de estimulación en el primer año de vida del bebé pueden tener consecuencias en el desarrollo óptimo de sus habilidades motoras, cognitivas, lingüísticas y sociales.
El cerebro de nuestros hijos puede procesar y adquirir toda una serie de conocimientos mediante la repetición sistemática de estímulos o ejercicios simples, comúnmente llamados unidades de información o bits. De este modo, lo que se hace es ayudar a reforzar las distintas áreas neuronales (relacionadas con el lenguaje, la motricidad, la inteligencia…)
El máximo desarrollo neuronal está comprendido entre el nacimiento y el tercer año de vida, para luego ir poco a poco desapareciendo hasta llegar a los seis años, momento en el que las interconexiones neuronales del cerebro ya están establecidas y los mecanismos de aprendizaje se asemejan a los de un adulto.
Nuestro hijo nace con un gran potencial y, para que ese potencial se desarrolle al máximo de la forma más adecuada y satisfactoria, nosotros somos los encargados de aprovechar esa oportunidad en su proceso de maduración y en Los Peques de forma pionera en Andalucía nos comprometemos con cada uno de nuestros pequeños y con sus padres en un proyecto de neuroestimulación.
En conclusión, la estimulación es importante ya que aprovecha la capacidad y plasticidad del cerebro en su beneficio para el desarrollo óptimo de las distinas áreas. Todo esto se logra proporcionando una serie de estímulos como la música, de manera que se potencian aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor interés.
La estimulación sensorial es lo que denominamos primera forma de contactar y conocer el entorno: Los estímulos que llegan al cerebro-lo activan- el cerebro procesa la información y elabora respuestas que irán generando conductas y comportamientos simples y complejos en respuesta al entorno que va construyendo.
De ahí la importancia de la neuroestimulación en todos los niños. Algunas veces pensamos que la estimulación neurosensorial solo se realiza en el caso de los niños con dificultades y discapacidad, pero la estimulación neurosensorial no sólo se debe realizar en estos casos sino que en Los Peques pensamos que cuanto más estimulemos los cerebros de nuestros pequeños mayores capacidades desarrollarán.